Oficios desaparecidos.- La hilandera

Mª Dolores López-Tercero Sánchez.- En la actualidad aún podemos encontrar alguna hilandera en las zonas de León, Zamora y Salamanca, aunque los métodos empleados para esta tarea del hilado son mucho más sofisticados que los utilizados hace siglos.

Un oficio antiguo ligado a otros como el del esquilado de los rebaños de ovejas, el de mercader y el de tejedora.


Publicidad: 


Si quieres saber más sobre este oficio en vías de extinción, e incluso ver algún vídeo sobre el mismo, Esquina de Mauricio te invita a seguir leyendo.

En la época de primavera, los rebaños de ovejas eran esquilados, tarea desempeñada por un entendido en dicho oficio y que recibe el nombre de esquilador, el cual trataremos en semanas posteriores.

De esta labor de esquilado, se obtiene la lana, siendo la mayor parte de ella vendida a los mercaderes, pues con el beneficio obtenido de la venta, que antaño era bastante, se conseguía pagar el sueldo anual de un pastor. El resto de la lana, la que no se vendía, quedaba para fabricarse los colchones de la familia y, una parte para las mujeres de la familia, conocidas en este oficio como hilanderas.


Publicidad: 


Esta lana era lavada previamente, en albercas por lo general. Más tarde, las hilanderas se encargaban de cardar la lana, para quitarles los nudos y desperdicios que el material tenía. Para ello empleaban dos tablas de madera con puntas de alambre, e iban peinando la lana. De este proceso se obtenían los vellones de lana, que seleccionados mechón a mechón se sujetaban con una especie de horquilla de madera en una mano y, con la otra, se iba enrollando el hilo obtenido en un huso.

En ocasiones, estos vellones eran previamente teñidos, obteniendo hilos de distintos colores para su posterior tejido.

Con el hilo de lana obtenido mediante este proceso llevado a cabo por la hilandera, esta misma mujer, u otra especializada en la tarea de tejer, realizaba distintas prendas de vestir para los meses más fríos del año, como son jerséis, calcetines, chaquetas, gorros, guantes, etc.


Publicidad: 


Y, aunque el oficio de hilar, al igual que muchos de los otros ya perdidos, era un medio propicio para relacionarse con la gente, pues se empleaban largas tardes en compañía de otras hilanderas para llevar a cabo esta labor, en las que no sólo se hilaba y tejía, sino también se comentaban los chascarrillos del pueblo; en la actualidad, se ha mecanizado todo este proceso, siendo las grandes fábricas con máquinas, preparadas para tal tarea, las encargadas de preparar la lana y convertirla en ropa que los grandes almacenes venderán a los consumidores.

Si quieres ver cómo era este antiguo proceso del hilado, puedes consultar el siguiente enlace: https://www.youtube.com/watch?v=ZKy3Xbrap2k