Noches al fresco

En el verano no todo es calor.

Noches al fresco

Quien no ha disfrutado de las noches de verano sentado en la puerta de casa, rodeado de vecinos y charlando hasta las “tantas”, se ha perdido uno de los placeres que nos regala estas noches de julio.

Sentir el fresco de la noche en la cara, los oídos abiertos por la tertulia, casi siempre escuchando la voz del mayor que, con sus historias nos hace viajar a tiempos remotos.

Una vez acabada la cena, sales con tu silla a la calle, y allí, junto a familiares, amigos y vecinos, enseguida te pones al tanto de lo que ha deparado el día, todo lo que ha ocurrido en el pueblo, va de boca en boca de unos a otros. Anécdotas, historias y algún cotilleo.

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Este año uno de los temas es la ausencia de algún “bicho” que alguien echa en falta…. os habéis dado cuenta que este año no se oyen grillos; ¿y cigarras?, … ¿habéis oido cigarras?, por no haber no hay ni mosquitos. Otro comenta que esto es debido a los pesticidas, ¡que van acabar con todo!, hasta con nosotros.

El saludo del que pasa: “no es hora”… respuesta: “pues si ya va siendo”.

Así entre una cosa y otra llegan las “tantas”, alguien se despide con un “hasta mañana” me voy “acostal” que mañana madrugo, poco a poco con la silla en la mano la gente se va despidiendo y metiendo en casa.

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