Frutas de otros tiempos: La Azufaifa

La hora del aperitivo suele ser de lo más gratificante, además de la bebida refrescante, la charla con los amigos te lleva a recordar viejos tiempos.

Hoy hemos hablado de las azufaifas:

La temporada de las azufaifas dura un suspiro. Aparecen a finales de agosto o principios de septiembre para decirnos que el verano se acaba y tras unas pocas semanas ya no vuelven hasta el año siguiente. 


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Hace años las podías encontrar en algunos lugares de Moral de Calatrava, incluso, había gente que te la vendía al precio de dos “patacones” (diez céntimos de peseta) el puñado, lo que cabía en una vasija de madera, era la medida al no asistir el peso.

Es una fruta, del tamaño de las aceitunas. Cuando está un poco verde recuerda al sabor de la manzana, con cierta acidez y de textura crujiente. Al madurar se vuelve más dulce, blanda y su sabor recuerda al del dátil maduro y un poco a frutos secos.

Sus propiedades nutricionales destaca por la cantidad de vitamina C, de la que contiene, en crudo, 69 mg. por cada 100 gr. de fruta. Algo más que naranjas. mandarinas o tomates.


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Las azufaifas se consumen frescas, secas, encurtidas, en pasteles de arroz y fermentadas en bebidas alcohólicas. 

La azufaifa es uno de los placeres que se nos han ido, el bolsillo lleno de azufaifa te daba energía para aguantar todo el día en la calle jugando con los amigos hasta que oías la llamada del padre o la madre para cenar.