Se mantiene la rebaja de 20 céntimos en el gasoil en el sector agrario

Aunque el Consejo de Ministros ha aprobado la retirada de la ayuda de los 20 céntimos a los combustibles, esta subvención se mantendrá para el sector agrícola y ganadero. De forma paralela, se ha aprobado una ayuda sin especificar en qué sentido de 300 millones de euros para paliar el encarecimiento de los fertilizantes en el sector agrario, con 22 euros por hectárea en el caso de superficie de secano y de 55 euros para el regadío.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante su comparecencia ante los medios tras el Consejo de Ministros que ha aprobado el tercer paquete de medidas para paliar el impacto de la guerra de Ucrania, que incluye una rebaja del IVA de los alimentos básicos durante seis meses, que pasará del 4% al 0% en los de primera necesidad y se reducirá del 10% al 5% para aceites y pasta, ha anunciado dos medidas importantes que afectan directamente al campo.

Por un lado, se mantendrá el descuento de los 20 céntimos en el precio de la gasolina para todos los agricultores y ganaderos profesionales, mientras que el resto de los ciudadanos perderá esta rebaja.

En este caso, no se reducirá el importe cada vez que se reposte, sino que se abonará al final de cada mes junto con las liquidaciones mensuales del denominado gasóleo profesional. De igual forma, los agricultores también recibirán aquí otra ayuda, de hasta 20 céntimos por litro, mediante la devolución del impuesto especial de hidrocarburos.

Por otro lado, el Gobierno dedicará 300 millones en ayudas directas para compensar el aumento de los costes de producción por el encarecimiento de los fertilizantes. Unos 300.000 agricultores se beneficiarán de la ayuda directa, que se concederá por hectárea, hasta un máximo de 300, y será de 22 euros por hectárea en el caso de superficie de secano y de 55 euros para el regadío. El Ejecutivo, según ha dicho Sánchez, “vigilará” que todas esas ayudas se trasladen correctamente al precio de los alimentos.

Esto es, se impedirá que los distribuidores se queden con un mayor margen manteniendo los precios de productos actuales (que se han encarecido hasta en un 40% en lo que va de año, según el sector agrario) por lo que, en teoría, deberían abaratarse.